El fin de semana del 18 al 20 de octubre disfrutamos de un completo fin se semana de aves marinas por el cabo de Ajo y la costa cantábrica. Fue en el curso del que os remití información a este blog hace unas semanas, el que organizaba AvesCantábricas y que dieron en llamar "Ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos". Allí nos dimos cita 37 personas, mucha gente joven, tanto de regiones costeras (País Vasco, Cantabria, Galicia, Asturias) como de provincias del interior. Las dos sesiones prácticas dieron bastante de sí, el sábado por la mañana observando aves marinas en paso desde el cabo de Ajo y el domingo por la mañana embarcados junto con otro gran número de número de ornitólogos hasta completar el aforo del barco con 93 personas a bordo.
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| Apostados en cabo de Ajo, buen día para cetáceos ... ¡mirad qué mar!... un auténtico plato. César Aguilar |
El viento sur nos trajo un fin se semana prácticamente veraniego con altas temperaturas, una situación rara para la época del año en la que estábamos. Habitualmente el buen tiempo se lleva mal con la observación de aves marinas. Con buen tiempo las aves no se ven forzadas a acercarse a la costa y pasan más lejos. Eso nos temíamos el día del cabo de Ajo, sin embargo hubo suerte. Desde tierra aprendimos la metodología de censo del programa RAM que se lleva a cabo en toda España con ornitólogos voluntarios y que está aportando mucha información antes desconocida, gracias a él se ha actualizado la estima de la población de la amenazada de pardela balear (Puffinus mauritanicus), que es mayor de lo que se pensaba. El sábado 19 pudimos ver desde el cabo, un buen paso de alcatraces (Morus bassanus) de todas las edades que llegan ahora de sus colonias de cría de acantilados e islas del norte de Europa. También observamos bastantes grupos de pardelas balearesy alguno de los halcones peregrinos (Falco peregrinus) residentes en la costa.
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| Alcatraz atlántico (Morus bassanus) fotografiado desde el barco. Foto: César Aguilar |
Pero ese viento sur, sobretodo, nos dejó el mar de las primeras millas costeras como un plato, sin apenas oleaje apreciable... así que, para nuestra sorpresa, se quedó un día excelente para buscar cetáceos a telescopio. Y con muchos ojos mirando al final dimos con ellos... fue increíble y nada habitual, y si no que se lo pregunten a Jesús Menéndez (Bloger de Demencia Ornitológica), que nos dio parte del curso, y que es la persona que más horas pasa en el año con su telescopio apostado en el cabo de Ajo. Tanto cetáceo era algo excepcional.
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| Vistas del monte Buciero donde crían cormoranes moñudos y halcones. Foto: César Aguilar |
El cabo de Ajo es una de las zonas de la costa cantábrica donde más pequeña es la plataforma continental y, por tanto, más cerca queda el talud con las profundidades oceánicas. Esos taludes son de los sitios más productivos del mar pues en ellos las corrientes emergen aguas frías profundas ricas en nutrientes que , al subir a la zona de luz, generan una gran producción primaria. En el cabo de Ajo esa zona de talud queda casi a vista de telescopio y por ello es más fácil ver la vida que está asociada a él, ya sean cetáceos aves y hasta peces como los que vimos saltar.
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| Gaviotada tras el chum que arrojábamos por la popa del barco. Foto: César Aguilar |
Desde costa disfrutamos durante largo rato de aletas de calderón común (Globicephala melas) o ballena piloto como la llaman los ingleses. No una ni dos, sino un buen número de ellos vistos en la lejanía con ayuda de telescopio, pero durante mucho tiempo, ya que eran grupos que estaban alimentándose y salían continuamente. De vez en cuando veíamos saltar túnidos y de, cuando en cuando, también delfines listados (Stellena coeruleoalba), aunque la mayoría bastante lejos, salvo algunos que pasaron más cerca de costa. De no haber sido porque en el mar no había ni un solo rizo, nos habríamos perdido todo eso. Luego alguien vio un soplido ya casi en la línea del horizonte y luego lo vio otro más... eran rorcuales (Balaenoptera sp). Yo me incluyo entre los que vio esos soplidos… vaya subidón ballenas desde la costa.
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| Pardela balear (Puffinus mauritanicus) vista desde el barco. Foto: César Aguilar |
En la salida en barco del domingo optamos por dirigimos hacia esa zona frente al cabo de Ajo y volvimos a disfrutar de aves marinas, pero ya ningún cetáceo. Así es el mar. Nada más salir de Santoña vimos alca (Alca torda) en la entrada de la bahía, cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) en las rocas del monte Buciero y luego, mar adentro, alcatraces de todas la edades entre la gaviotada que atraía el chum que echábamos por la borda. Nuevamente vimos el paso de pardelas baleares y también algunas pardelas sombrías (Puffinus griseus). También una de las aves más esperadas, un págalo grande (Stercorarius skua) que vino a rondar el barco entre el montón de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y alguna sombría (Larus fuscus) que llevábamos en torno a nosotros.
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| Asistentes y ponentes del curso en el embarcadero de Santoña. Foto: AvesCantabricas |
Buen fin de semana de campo, pero también de teoría con Xulio Valieras del Instituto Español de Oceanográfico, David Alvarez que nos introdujo la ecología de las aves marinas y sobre todo de sus muy interesantes trabajos con el cormorán moñudo, un bicho que desconocía que está en declive en el cantábrico. También estuvo de ponente Enrique Franco de la Asociación AMBAR que nos mostró la realidad de los varamientos de cetáceos en el Cantábrico que apenas conocía (88 ejemplares en 2012, o el cachalote en Zarautz en 2011) o la experiencia de los seguimientos del propio Jesús Menéndez.
Saludos,
César Mª Aguilar
www.viajesnaturalistas.blogspot.com
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